Lo que iba a ser una aventura tranquila por Israel se convirtió en un calvario para un grupo de costarricenses al momento de regresar a Costa Rica por la crisis del Coronavirus Covid-19.
Luisiana Benavides Masís, una enfermera de 24 años inició el 27 de febrero un viaje con destino a Israel junto a otros 21 costarricenses, y contó su relato.
El grupo de ticos viajó por medio de una agencia de viajes y afirman que todo el tour cumplió las expectativas. El problema inició 2 días antes del regreso a Costa Rica, el cual estaba pactado para el 7 de marzo.
El jueves, previo al regreso, recibieron un correo de Iberia indicándole que habían cancelado su vuelo. No le hablaron de reprogramar, ni de alguna opción para retornar a Costa Rica, lo que llevó a que trataran de comunicarse por teléfono, pero esto fue imposible.
A sabiendas que había adquirido un seguro viajero, no se preocupó. “Nosotros compramos un seguro con una empresa que se llama April, nos costó unos 140$ e incluía varias pólizas para todo el viaje”, contó.
Según itinerario, el viernes estaba agendado realizar el check-out para iniciar el regreso a Costa Rica, pero les fue imposible ya que había un caso sospechoso de Covid-19 en el hotel en el que estaban hospedados. Ella, junto a los otros 21 ticos ya varados en Israel, dieron negativo a las pruebas.
Ante esta situación pidieron ayuda al Cónsul pero no obtuvieron respuesta, “nos dijeron que ellos no tenían fondos para ayudar en esas situaciones” mencionó.
Cuenta que trataron de aplicar el seguro que habían pagado, pero fue en vano. “Lo único que cubría era si la aerolínea se declaraba en banca rota. Nosotros indicamos que teníamos grupos de riesgo y ni la embajada, ni los seguros ni la aerolínea nos ayudó a salir del país. Tuvimos que dormir en el aeropuerto”.
Aunque el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto de Costa Rica informó en su momento que se habían puesto en contacto con los nacionales, esto no fue así, aseguran los ticos.
Concluidas las pruebas y estando en el aeropuerto, sin la ayuda de la aerolínea oficial con la que iban a viajar, tocaron las puertas de varias empresas aéreas y encontraron la opción de salir por Turquía.
Luego de los procesos, lograron salir con destino a Madrid para empezar, según contó, el segundo episodio de estrés del viaje.
Como no tenía vuelo, tuvieron que pasar la noche en esa ciudad (pagando cada quien el hospedaje) para que la aerolínea encontrara la forma de meterlos en otro vuelo con destino a Costa Rica. “El seguro al final no sirvió de nada. Fue una tragedia”. Fue así como el 9 de marzo pudieron tomar el vuelo de regreso a Costa Rica.
Ante esta situación vivida, la tica contó algunas conclusiones aprendidas: “ya no me confío de los seguros, fue esta aseguradora y otra, pero da mucha inseguridad e incertidumbre. Además, antes de comprar un tiquete aéreo creo que hay que estudiar muy bien las acciones de las aerolíneas en estos casos”.
Relata que fue clave mantener la calma, cuidar mucho su equipaje, pero sobre todo cuidar de sí mismo en estas situaciones.